Autosabotaje

Hay momentos oscuros en nuestra vida donde sentimos el llamado de nuestro yo superior. Aquel que nos invita a tomar un camino diferente y cultivar mejores circunstancias de vida o a sembrar una nueva psicología. En esos momentos es claro que tenemos dos opciones:
Tomar mejores decisiones y vivir de una mejor manera.
Seguirle como estamos y aceptar que eso nos llevara a cada vez más frustración y miseria.
“Muchos tenemos dos vidas. La vida que vivimos y la vida no vivida dentro de nosotros. Entre esas dos, se encuentra la Resistencia.” (The War of Art, Steven Pressfield)

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Esa visión que tenemos por las noches de la persona que podríamos ser siempre nos inspira, pero rara vez obedecemos sus órdenes a largo plazo. Después de dos o tres semanas, caemos de nuevo en nuestras viejas maneras de ser, viviendo de acuerdo a nuestros placeres instantáneos, apatía y cinismo.
Muchos no atienden el llamado de su yo superior porque en el fondo saben lo difícil que abrirle la puerta significa. Desean los frutos del éxito, la confianza y el coraje que resultan de la necesaria auto evolución, pero no están dispuestos a sentir el dolor de la disciplina requerida para recoger los frutos. No es poca cosa, la tarea de cambiar nuestro propio carácter requiere de un esfuerzo tipo superhéroe de película.
“He llegado a creer que la ambicion es el fundamento más primario y sagrado de nuestro ser. Sentir ambición y actuar en consecuencia es abrazar el llamado único de nuestra alma. No actuar sobre esa ambición es dar la espalda a nosotros mismos y a la razón de nuestra existencia.” (Steven Pressfield, Turning Pro)
Cuando ya estamos cansados de ahogar nuestras penas con sustancias o distracciones y de tirar nuestra vida a la basura, llega un momento en donde deseamos una oportunidad para trabajar en eso que queremos. Pero por alguna razón, simplemente no progresamos. Sentimos un empuje potente hacia lo que queremos, pero también sentimos un jalón de gravedad más potente en la dirección opuesta, esta fuerza se opone a cada paso que damos en la dirección correcta. Steven Pressfield le llamo a esta poderosa fuerza “La Resistencia”.
“La resistencia es la fuerza más tóxica del mundo… Ceder ante la resistencia destruye nuestro espíritu. Nos limita, nos hace menos de lo que somos y nacimos para ser... Igual de potente como aquella llamada del alma hacia la realización, es la fuerza de resistencia que se opone a ella." (Steven Pressfield, The War of Art)
La resistencia es ese set de patrones de comportamiento y hábitos que nos impiden atender el llamado de nuestro yo ideal. Excusas, racionalización, miedos, flojera, depresión, ansiedad, procrastinación, y la tendencia de automedicarse todas son manifestaciones de esa resistencia. La resistencia es aquello que se opone a cualquier movimiento de un estado inferior de ser, a un estado superior de ser. A menos de que aprendamos a vencerla, una vida de mediocridad será nuestro destino.
Es importante aceptar que no es una entidad externa que tiene poder sobre nosotros, sino que somos nosotros mismos. Esa realización nos da a entender que entre más nos conocemos a nosotros mismos, la lucha será más fácil. El reconocer y aceptar que nuestras tendencias destructivas siempre estarán ahí, tiene un efecto potente sobre nosotros, ya que dejaremos de esperar el día perfecto para empezar y también podemos ser un poco más compasivos con nosotros mismos. Es inútil esperar que un día desaparezca esa parte de nosotros, es mejor aceptarla y avanzar comoquiera.
Hasta cierto punto, todos sienten esa resistencia, hasta la gente más exitosa. Estas tendencias son universales y son imposibles de erradicar. Por eso se dice que nada es fácil. Hay cultivar el hábito de tomar acción a pesar de la resistencia.
“Tenemos miedo de nuestras posibilidades más elevadas… Por lo general, tenemos miedo de convertirnos en aquello que visualizamos en nuestros mejores momentos, bajo las condiciones ideales, en las circunstancias de mayor coraje.” (Abraham Maslow, The Farther Reaches of Human Nature)
El vivir al servicio de nuestro llamado implica centrar nuestra vida alrededor de una forma de trabajo productivo que nos parece retador e intrigante. “Entre más miedo nos dé una labor o un llamado, más podemos estar seguros de que eso es lo que necesitamos hacer.” Steven Pressfield, The War of Art). Al saber esto podeos usar ese miedo para que nos guíe en el camino apropiado. “Lo que te da miedo es una indicación de lo que buscas.” (Thomas Merton)
Después de saber que es aquello que queremos construir, solo queda actuar todos los días. Lo único seguro es que esa resistencia ahí estará con nosotros en cada paso. La resistencia tratará de seducirnos, así como las sirenas a Ulises. Él fue capaz de vencer a las sirenas al pedirle a sus navegantes que se pongan cera de abeja en sus orejas y al atarse a sí mismo en el mástil de su barco. Así como él, nosotros también podemos atarnos las manos y no ceder.
“Convertirse en un profesional es como dejar las drogas. Es una decisión, una decisión a la cual debemos comprometernos de nuevo cada día. El profesional comprende que se despertará enfrentando los mismos demonios, la misma resistencia, el mismo autosabotaje... La diferencia es que ahora no cederá a esas tentaciones. Las habrá dominado y seguirá dominándolas.” (Steven Pressfield, Turning Pro)