Palabras duelen y perduran.
No es fácil borrar el efecto de una palabra. Parece ser que una vez que las expresamos, viven mucho tiempo en la cabeza del otro.

"Las palabras no son reales cuando están completamente desasociadas de cualquier emoción. Pero para muchas personas, especialmente niños, las palabras pueden tener un impacto más poderoso que un golpe." - Alexander Lowen, Bioenergetics.
Alguien consciente escoge meticulosamente sus palabras al comunicar una critica para evitar dañar la autoestima del prójimo. Las palabras hacen daño pero tambien alivian.
Una cosa es sentir que tu esfuerzo es apreciado y otra cosa es que te lo digan con palabras.
Una persona se puede sentir amada, pero el escuchar a la otra persona decir "Te Amo" es emocionante.
No es fácil borrar el efecto de una palabra. Parece ser que una vez que las expresamos, viven un tiempo en la cabeza del otro.
Palabras moldean nuestro futuro.
Una Mamá, desde su experiencia, le dice a su hija "Todos los hombres son iguales, no confíes en ellos". Ahora ella va a operar en la vida con esa escuela.
Un padre le dijo a su hijo: "Nunca haces nada bien". Este niño tendrá un sentido de incompetencia a lo largo de la vida que puede persistir independientemente de que tan bien le vaya en la vida.
Las palabras se grabaron profundo en su inconsciente.
Una mujer reporto que su mama le dijo "Ni un hombre te va a querer así" dichas palabras fueron como una maldición impuesta en ella.
El poder de las palabras solo puede ser contrarrestado con otras palabras. Pero esas palabras tienen que tener algo de verdad.
Cuando lo que decimos es lo que sentimos.
Hay algo en nosotros que es consciente de cuándo nuestras palabras o manera de decir las cosas encajan perfectamente con lo que sentimos. Una sincronía entre la idea y el sentimiento. Algo se libera, algo respira. Las palabras correctas salen solitas cuando nos permitimos fluir con la emoción.
Cuando las palabras y las emociones encajan, sentimos un flow energético que incremente el estado de excitación en el cuerpo y en la mente, elevando el nivel de consciencia y afilando el enfoque. - Alexander Lowen, Bioenergetics.
Cuando la gente usa palabras que no están sincronizadas con sus sentimientos se dice que la persona habla con la pura cabeza. Lo opuesto se refleja en la expresión "Habla desde el corazón", lo cual se nota en el tono de voz y en el uso de las palabras que directamente reflejan el sentimiento en el corazón.
Cuando las palabras solo salen de nuestra cabeza les falta esa cualidad espontánea. Es una manera de hablar muy técnica o intelectual que refleja nuestra preocupación por la idea en vez de la emoción.
Los buenos oradores perfuman su discurso con el lenguaje del cuerpo. Una danza entre las ideas y emociones.
Las palabras son el lenguaje del ego de la misma manera que el movimiento es el lenguaje del cuerpo. - Alexander Lowen, Bioenergetics.
Referencia: Lowen, Alexander. Bioenergetics. 1975