¿Me estaré proyectando?
¿O es una intuición? Aprende a saber cuál es la diferencia. Es importante para detener el colapso de la civilización que estamos viviendo.

El proyectar es arrojar tus propias imágenes psicológicas hacia el mundo exterior, como un espejo. El otro refleja un aspecto de ti mismo que no has integrado en ti.
Proyección. Un mecanismo de defensa.
💡
La reflexión es una herramienta que usamos para integrar nuestras proyecciones.
A final de cuentas se puede decir que todo el tiempo estamos proyectando. Lo que tú piensas de mí es una proyección. Pero también podemos tener una intuición sobre el otro, eso no es proyección. Entonces, una pregunta importante es:
¿Cuándo es una proyección? ¿Cuándo es una intuición?
"En el sentido estricto, solo se llama proyección cuando sientes un disturbio, cuando estás constantemente malinterpretando a los de más, cuando siempre hay una dificultad entre tú y alguien más. Esa molestia pesada y contraída es la sensación que nos invita a reflexionar. Ese disturbio quiere que reflexiones y te hagas varias preguntas." - Marie-Louise Von Franz
Al sentir aquel disturbio y reconocer que nos estamos proyectando es importante ahora reflexionar. En vez jugarle a la víctima “Mea culpa” indefensa de sus sombras como si fueran entidades separadas a nosotros.
💡
La reflexión viene acompañada de reconocer en nosotros aquella cualidad que nos irrita o que admiramos. (+/-).
La idea es poder agarrarla “in fraganti” para despertar en ese momento y decir “wow mira como estoy actuando otra vez”. Lo ideal es esperarse hasta la noche para reflexionar, escribiendo en una libreta sobre este complejo en nosotros con el fin de entender como funciona. La clave es ser honesto con uno mismo, eso es lo más difícil porque cuando le haces una pregunta a la mente la que responde es la misma mente.
Este es el proceso
Sensación de disturbio o conflicto.
Reconocer y aceptar.
Entendimiento y clemencia por uno mismo. Es clave para no darse de latigazos por no ser el yo ideal.
Mantenerse presente para la incomodidad. Es aquí en donde podemos ver exactamente como funciona en nosotros esta fuerza a nivel físico y mental.
Reflexionar.
Resultado: Abrimos poco a poco un espacio en el cuerpo para este complejo, ya que probablemente siempre será parte de nosotros. Solo que ahora lo mantenemos adentro de nosotros en vez de que escape y se proyecte en los de más.
La buena noticia es que también podemos descubrir aspectos positivos de nosotros.
💡
Algunas personas se inclinan más hacia ver y aceptar su lado oscuro y le tienen miedo a su lado positivo y viceversa.
"Este proceso de reflexionar e integrar nuestras proyecciones, de reconocer los polos opuestos que viven dentro de nosotros, es algo vital para la sobrevivencia de esta civilización que está colapsando." - Marie-Louise Von Franz
Di esto en voz alta. “Soy un demonio y soy un ángel”
Proyección en relaciones amorosas.
Es común proyectar una imagen de un dios en la pareja, en donde tarde o temprano nos vamos a desilusionar. Por supuesto que nadie es un dios. Todos estamos rotos.
Naturalmente, en las primeras etapas de una relación hay mucha proyección, por eso tantas peleas. Ella hace demandas que él no puede satisfacer y él hace demandas que ella no puede cumplir. Esto se representa en el Ánima y animus cruzando la espada.
Lo que escribí en esta publicación lo aprendí viendo este video de Marie-Louise. Ella fue pupila de Jung.