En este video veremos:
El significado original de “izquierda” y “derecha”.
La forma correcta de entender todo este lío.
Que es liberalismo
Que es estatismo
El origen de “izquierda” y “derecha”
En la política: Durante la Revolución Francesa, la izquierda representaba a quienes se oponían al poder absoluto del rey. Se les llamaba así porque se sentaban a la izquierda. Hoy esa “izquierda” suele ser la que defiende a un Estado cada vez más grande y controlador.
En lo moral: La izquierda representaba a los jóvenes que retaban el status quo.
Era un proceso natural en donde la derecha quería conservarlo todo, incluso lo malo, y la izquierda quería destruirlo todo, incluso lo bueno. Una tensión sana de donde surgía el cambio.
La verdadera distinción
Mi propuesta es simple: dejemos de hablar de izquierda y derecha. La verdadera división es esta: Liberalismo vs. Estatismo.
¿Qué es el liberalismo?
Ludwig von Mises lo resumió así:
“La libertad es la condición en la cual los individuos son libres de actuar según sus propias elecciones, sin intervención del gobierno — siempre y cuando no violen los derechos de los demás.”
Los cuatro pilares del pensamiento liberal:
Libertad individual: actuar sin permisos del Estado.
Propiedad privada: derecho a poseer y conservar lo que es tuyo.
Estado de derecho: El uso de la fuerza es solo para proteger los derechos.
Mercado libre: intercambio voluntario sin coerción ni confiscación.
Según Benegas Lynch, el liberalismo es el respeto irrestricto al proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión y en la defensa de la vida, la libertad y la propiedad.
“El Estado no es un fin en sí mismo. Es un medio para la paz social y la protección de la vida, la libertad y la propiedad.” — Ludwig von Mises
No estamos en contra de la existencia del Estado, sino de su tamaño y su manera de actuar. El Estado no debe intervenir en la economía, ni imprimir dinero, ni redistribuir la riqueza. No debe fijar precios, ni crear leyes que violan las mismas leyes.
Hoy, el ciudadano que trabaja entrega más de la mitad de lo que gana a los políticos.
Es momento de reevaluar el balance entre gobierno y libertad.







