Las recaudaciones del gobierno vienen de los impuestos que nos cobran, pero cuando esos impuestos no son suficientes para cubrir sus gastos, recurren a la impresora de billetes. Así de fácil…
Cuando el gobierno imprime dinero:
Aumenta la cantidad de billetes en circulación.
Pero no aumentan los bienes ni los servicios.
Hay más dinero persiguiendo los mismos productos.
Los precios suben.
Tu dinero vale menos.
Tu sueldo no sube al mismo ritmo.
Imprimir dinero es una forma de cobrarte un impuesto sin que te des cuenta.
“La inflación es un impuesto oculto e insidioso, y la mayoría ni siquiera se da cuenta de que está siendo robada.”
— Murray Rothbard
El dinero recién salido del horno no nos llega parejo a todos.
Primero lo reciben los bancos, el gobierno y los amigos de los gobernantes que lograron asegurar contratos con ellos y ellos pueden comprar bienes y servicios antes de que los precios suban.
Mientras que los asalariados verán el aumento de sueldo después de la inflación de precios.
“La inflación no tiene beneficio social. Solo redistribuye riqueza a favor de los primeros en recibir el dinero nuevo, a expensas de los últimos.”
— Rothbard
El banco central puede duplicar la cantidad de billetes,
pero no puede duplicar la mano de obra, el oro, el acero, la comida, etc.
Crear dinero de la nada solo distorsiona la economía y beneficia a unos pocos.
La inflación monetaria es uno de los fraudes más importantes de la historia. Un robo legal.
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