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Sobre liberalismo y el control estatal

El pensamiento liberal, los derechos naturales y la defensa de la libertad frente a tendencias totalitarias

El concepto del liberalismo viene de la defensa de la libertad individual y a una visión humanista de la sociedad.

Todo lo opuesto a regímenes autoritarios.

El liberalismo clásico surge en respuesta a aparatos estatales rígidos y opresivos. Propone modelo basado en la limitación del poder estatal y el respeto por los derechos del prójimo.

“El liberalismo es el respeto irrestricto por los proyectos de vida de otros” - Alberto Benegas Lynch

Puntos que forman la piedra angular del pensamiento liberal.

  • Libertad individual: Si quieres actuar libremente sin que el Estado te exija permisos, cuotas, papeleos absurdos o procesos interminables, eres libertario.

  • Propiedad privada: Si quieres el derecho de tener lo tuyo —ya sea una parcela de tierra o una computadora— sin que el gobierno venga a expropiarlo “por el bien de todos”, eres libertario.

  • Estado de derecho: La ley y la autoridad debe proteger nuestros derechos y asegurar la igualdad ante la ley. Esto implica que el uso de la fuerza va a ser siempre con carácter defensivo y nunca ofensivo.

  • Mercado libre: Si crees en el intercambio voluntario entre personas sin la intervención de un poder central que impone reglas, tarifas, licencias o impuestos confiscatorios, eres libertario.

¿Cuáles son los derechos básicos que no pueden ser violados por el estado?

  • Derecho a la vida: Considerado el pilar fundamental que sustenta la existencia de cualquier otro derecho.

  • Derecho a la libertad: a capacidad inherente de cada individuo de decidir y actuar conforme a su voluntad, sin interferencias indebidas.

  • Derecho a la propiedad: la propiedad es una extensión de la libertad individual, ya que permite al individuo garantizar su desarrollo personal y económico.


La concepción de la libertad y los derechos naturales se fundamenta en el pensamiento de personas como John Locke, Thomas Hobbes y John Stuart Mill.

John Locke

Los humanos nacen con derechos naturales y el estado debe proteger estos derechos: Vida, libertad, propiedad. La protección de estos derechos es la función primordial del estado. Locke dice que todos tenemos los mismos derechos al nacer

Thomas Hobbes

En su obra “Leviatán” Hobbes sostenía que, en ausencia de un poder autoritario, el ser humano viviría en un estado de anarquía y caos. El estado es necesario para evitar el desorden y garantizar la seguridad de los individuos. Se plantea la paradoja de que el hombre posee una libertad natural, pero esa libertad debe ser limitada para evitar conflictos que resulten en la imposición de medidas autoritarias.

John Stuart Mill

La libertad individual como motor del progreso social y del desarrollo personal. La única justificación para restringir la libertad es cuando es necesario para evitar daño a otros. Un sistema político óptimo debe potencializar al individuo y sus capacidades para que cada persona pueda alcanzar su máximo potencial, pues no solo se trata de derechos individuales, sino también de progreso económico, espiritual y social.



Defensa de la libertad frente a tendencias totalitarias

Hoy en día, el aparato estatal limita la libertad del individuo en nombre de la seguridad, el orden o el bien común… imponiendo reglas y políticas que limitan la autonomía del individuo, justificadas con argumentos de protección social.

Según Alberto Benegas Lynch, el sistema de gobierno que hoy tenemos en la mayoría de los países es una cleptocracia. Es decir, gobiernos de ladrones de sueños de vida, de libertades y de propiedades.

“No es posible, que teoricamente el monopolio de la fuerza que llamamos gobierno, que era para proteger los derechos de la gente, la gente se sienta perseguida y tiene que defenderse de una casta política insaciable, con impuestos que son insoportables, con deudas colosales, con inflaciones astronómicas, con déficit y con gastos elefantiásicos.” - Alberto Benegas Lynch (h)

Karl Popper en su obra La sociedad abierta y sus enemigos, argumenta que una sociedad libre no debe depender de líderes carismáticos o supuestos “sabios” que decidan lo que es mejor para los demás, sino de instituciones fuertes, transparentes y sujetas a control y corrección.

También decía que toda autoridad debe poder ser cuestionada y que el poder político debe diseñarse de modo que incluso personas incompetentes o malintencionadas no puedan causar demasiado daño, si las instituciones funcionan correctamente.

No necesitamos líderes que pretendan dirigir nuestras vidas. Necesitamos instituciones que limiten el poder y corrijan errores.
— Inspirado en Karl Popper

El tema central deben ser las instituciones y no las personas, como por ejemplo, nadie sabe quién diablos es presidente de Suiza; sin embargo, los caudillos locales están en todos los periódicos con esas sonrisas pornográficas.


Los libertarios son los verdaderos promotores de la justicia y la defensa de los derechos. Los verdaderos promotores del bienestar social.

El capitalismo es la libertad de llevar a cabo tus proyectos de vida y el derecho a la propiedad privada.

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