En esta publicación hablamos de:
¿Quién es la audiencia ideal del intelectual marxista/comunista?
El Marxismo es destruccionismo
El manifiesto comunista es un manual de destrucción
Marxismo Cultural
El Bienestar social se logra con capitalismo y no con socialismo
¿Quién es la audiencia ideal del intelectual Marxista?
“Políticamente, hay pocas ideas más potentes que la noción de que todos tus problemas son culpa de las otras personas y de su injusticia hacia ti. Esa noción fue el camino real hacia el poder absoluto para Hitler, Lenin, Mao y Pol Pot—Es decir, millones de seres humanos pagaron con sus vidas por creerlo.”
— Thomas Sowell
En este mundo, siempre habrá personas a las que les va relativamente bien y otras que les va relativamente mal.
Algunas personas que les va mal sufren a diario por a causa de verdaderas injusticias sociales y no se lo merecen.
Pero existen otras personas que sufren las consecuencias de nunca haber hecho nada productivo en su vida, nunca construyeron nada.
Esta es la audiencia perfecta para el intelectual comunista, aquel que llega y les dice:
“¿Ves a esa gente que vive mejor que tú? Todo lo que tienen en porque se han aprovechado de ti y tú estás moralmente obligado a quitárselo.” - Intelectual Comunista
En ese momento, con dos tragos encima, el resentimiento guardado germina. Aquel que antes le faltaba un significado, ahora le brillan los ojos.
Encuentra un propósito de vida: la destrucción en nombre de la justicia social.
Esa sensación de que ahora su vida tiene un significado lo transforma. Ya no busca crear, sino destruir. Y lo hace con odio, en nombre del “bien común”.
Se une al grupo destruccionista, ahora ese grupo opera como una entidad independiente al individuo. El grupo comete crímenes que el individuo nunca se hubiera atrevido a cometer, el grupo se cree ideas sin cuestionarlas, el grupo no duda en ir a la casa del vecino para violar a su hija y quemarle la casa… ah, pero siempre es en nombre de la justicia.
El marxismo es destruccionismo
El marxismo es una ideología que pretende destruir todo lo que la civilización ha construido en siglos.
“El socialismo no es el pionero de un mundo mejor, sino el destructor de lo que miles de años de civilización ha creado. No construye. Destruye. Produce nada; solo consume lo que el orden social basado en la propiedad privada ha generado.”
— Ludwig von Mises
La agenda comunista/socialista tiene dos pasos:
Destruir las instituciones existentes.
Construir su utopía sobre las ruinas.
Y su receta para el destruccionismo incluye:
Legislaciones laborales.
Seguro social y de desempleo.
Nacionalización de sectores.
Impuestos progresivos.
Inflación monetaria.
Como puedes ver, todo esto ya está implementado en muchos países.
El manifiesto comunista es un manual de destrucción.
El manifiesto comunista no es un plan de justicia social. Es una guía para detonar una revolución y demoler a la civilización capitalista. Algunas de sus propuestas incluyen.
Abolición de la propiedad privada
Impuestos progresivos
Abolición del derecho de herencia
Confiscación de propiedades a los opositores del gobierno
Centralización del crédito en manos del Estado
Control estatal de la comunicación y el transporte
Nacionalización de tierras y capital
Educación gratuita obligatoria por parte del Estado
Sobre Marxismo cultural
En Europa, los marxistas que intentaron provocar una revolución convenciendo a la clase obrera que se revelara ante la burguesía fracasó.
Resulta que los trabajadores no eran tan revolucionarios: no quisieron tomar control de las fábricas ni destruir el capitalismo. Ellos solo querían mejores condiciones laborales.
Desilusionados, los marxistas decidieron atacar la cultura. Infiltrándose en las escuelas, los medios masivos de comunicación y la industria del entretenimiento y las artes con un tipo de propaganda sociológica. Un tipo de propaganda que moldea las normas y los valores de las personas.
Esta propaganda normaliza valores destructivos: pornografía, promiscuidad, placer inmediato. Destruye el código moral que permitió el florecimiento de nuestra civilización.
Busca destruir las instituciones sociales y culturales del Occidente —la familia, la religión cristiana y la propiedad privada— para imponer una nueva agenda “progresista”.
Hoy los oprimidos ya no solo son los obreros, también son las minorías sexuales, étnicas o hasta la orientación sexual.
Hoy esto se puede ver en estos movimientos:
Black Lives Matter y LGBTQ
Estudiantes quemando edificios en nombre de la justicia.
Grupos que intentan censurar a los que piensan distinto
“Las personas que celebran con entusiasmo los escritos que llaman a destruir todos los valores culturales están al borde de una gran catástrofe social.”
— Ludwig von Mises
Gramsci y la destrucción del cristianismo
Antonio Gramsci decía que una de las razones por la cual los obreros no querían salir a destruir era el código moral de la religión cristiana. Según él, la cultura Occidental impedía que los trabajadores vieran “la verdad marxista”.
Por eso propuso una “larga marcha por las instituciones”: infiltrar escuelas, medios y la industria del entretenimiento, para destruir el cristianismo y los valores occidentales.
La redefinición del lenguaje
Los Marxistas, también se han encargado de distorsionar el significado de algunas palabras en la mente pública, con el objetivo de confundir y hacer casi imposible el debate de ideas.
Estas son algunas palabras que han sido distorsionadas:
Igualdad: La igualdad de oportunidades ha sido confundida con la igualdad de resultados y la noción ilógica de que todos somos iguales.
Liberal: El liberalismo ha sido confundido por movimientos “progresistas” y asociado con ideas de redistribución de riqueza, y causas de justicia social.
Progreso: El avance natural, el progreso de la vida y de las cosas ha sido confundido con la disolución de todo orden moral. Hoy progresismo para algunas personas significa. Identidad de grupos, equidad de resultados y activismo social violento.
Capitalismo: El capitalismo, el derecho a la propiedad privada y el libre mercado, hoy ha sido confundido con consumismo y amiguismo.
Socialismo: La palabra socialismo es usada como una pantalla para enmascarar el estatismo que hay detrás.
Una estrategia de confusión para aplastar la libertad individual y avanzar el colectivismo.
El bienestar social se logra con capitalismo, no con socialismo.
“La formación progresiva de capital es el único medio para mejorar la posición de las grandes masas. El socialismo propone consumir el capital acumulado, como el heredero derrochador que malgasta su fortuna sin pensar en el futuro.”
— Ludwig von Mises
Por “formación progresiva de capital” se refiere a cuando uno ahorra dinero y usa ese dinero para invertir en medios de producción que aumente nuestra tasa de capitalización (eficiencia productiva a lo largo del tiempo).
Y esto no es teoría: Venezuela lo vivió. De ser uno de los países más ricos de América Latina, cayó en la miseria por adoptar el socialismo. Vivieron del capital acumulado por generaciones… hasta que se acabó.
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